En busca de la vieja Bahía Blanca, para comprender mejor la ciudad del presente

El libro “Bahía Blanca siglo XX: historia política, económica y sociocultural”, compilado por los historiadores Mabel Cernadas y José Marcilese, aporta nuevas miradas y explicaciones sobre un pasado que todavía tiene mucho para contar.

Featured image

191 aniversario de Bahía Blanca

Por Mariano Buren / info@lanueva.com

   “Pinta tu aldea y pintarás el universo”.

   La clásica frase del escritor y dramaturgo ruso Antón Chéjov resume perfectamente el espíritu que sobrevuela a lo largo del libro “Bahía Blanca siglo XX: historia política, económica y sociocultural” (EdiUNS, 2019), una obra colectiva que propone un recorrido transversal del pasado local con un doble propósito: acercar los trabajos de investigación a un público no académico y, al mismo tiempo, convertirse en una contribución al estudio de la historia argentina desde la óptica bahiense.

   La obra, compilada por los doctores en Historia Mabel Cernadas y José Marcilese, ambos pertenecientes a la UNS y el Conicet, está dividida en siete capítulos temáticos (geografía, política, sociedad, economía, cultura, medios de comunicación y educación), en los cuales se analizan "la transformación del espacio urbano, los procesos inmigratorios, la composición y evolución de la población, la sociabilidad, las prácticas festivas, las actividades recreativas o turísticas y el desarrollo económico-productivo".

   Los textos indagan, además, sobre "las prácticas políticas y elecciones de los principales partidos que conforman el sistema político local, la prensa, el movimiento obrero, la conflictividad de otros grupos sociales, la militancia social, política y barrial, el accionar represivo de las fuerzas paraestatales y estatales, así como las complejas relaciones tejidas entre arte y política".

   A poco más de 40 años de la edición del "Manual de historia de Bahía Blanca", editado por Félix Weinberg en el marco de los festejos por el sesquicentenario de la ciudad, la publicación  busca aportar nuevas explicaciones para entender mejor de qué se trata una ciudad que fue pensada sucesivamente como enclave fronterizo, puerto agroexportador, capital de una nueva provincia, polo industrial y referente educativo del sur argentino.  

   A horas de la presentación oficial en el Centro Histórico Cultural de la UNS, Cernadas y Marcilese dialogaron con La Nueva..

   -¿Cuál fue la motivación para emprender este libro?

   -Marcilese (JM): Era un anhelo que teníamos con Mabel y los demás integrantes de nuestro proyecto de investigación. Notábamos que no había un libro de síntesis de la historia local, más allá del trabajo de Weinberg, que tuviera un fin de divulgación. En el Conicet se empezó a crear una masa crítica de investigadores formados e interesados en temas locales y regionales, lo que generó un conjunto de trabajos que hizo más evidente la necesidad de un libro sobre Bahía, con diferentes áreas y temáticas.

   -¿Hay un denominador común entre los capítulos?

   -JM: Es la mirada local, que ha tenido un desarrollo muy importante dentro de la historiografía pero, que al mismo tiempo, no pierde la perspectiva de los procesos nacionales. Otro rasgo en común es que son trabajos que analizan procesos de larga duración, muy complejos e interrelacionados, en los que no se abunda demasiado en lo anecdótico.
   -Cernadas (MC): Más bien en este caso se trata de encontrar las problemáticas y profundizarlas. En ese sentido, se puede decir que el tono en común del libro es la comprensión de los problemas bahienses durante el siglo XX.

   -¿En la selección de textos se priorizaron, principalmente, los nuevos enfoques?

   -MC: Cada trabajo de los chicos más jóvenes es una sorpresa, por las explicaciones que encuentran a cada temática. Por ejemplo, la historia política que hice en la época del sesquicentenario no tiene nada que ver con lo que se ha trabajado en los últimos años. Ahora hay otras perspectivas, completamente diferentes. Ya no se trabaja sólo sobre los partidos políticos, sino que también se incorporan las organizaciones de la sociedad civil, los movimientos obreros, las corporaciones. Es decir, se apunta más a lo político que a la política, lo que permite un abordaje mucho más amplio sobre la vida de un lugar. 

   -JM: Lo mismo ocurre en el capítulo de economía, donde se evitó lo que habitualmente se evaluaba en este tipo de trabajos, como el cotejo de cifras o estadísticas. Hay una conflictividad social vinculada al plano económico, y es un elemento que debe ser tenido en cuenta, porque está fuertemente entrelazado con el contexto.

   -MC: La mayoría de los autores se formó, más o menos, en la misma escuela y la ventaja que tiene este proyecto es que está realizado por gente que sigue junta desde hace muchos años. Por eso todos los capítulos terminan, de algún modo, conformando una unidad. 

   -Cuando se piensa en la historia bahiense, parece imposible no percibir que la ciudad comenzó el siglo XX con un perfil ambicioso que se fue diluyendo lentamente. ¿A qué lo adjudican?

   -JM: Bahía Blanca empezó el siglo XX plenamente incorporada al modelo agroexportador, podría decirse que como un eslabón central. Cuando ese modelo entró en crisis, en los años '30, la centralidad bahiense también comenzó a ser menor. En los '40 tenía la misma población que Mar del Plata, lo que es todo un dato en sí mismo si se lo compara con las cifras actuales. No obstante, a pesar de no reconvertirse en un centro industrial, fue incorporando nuevos elementos fundamentales para su desarrollo, como son las universidades, que marcaron un punto de inflexión en su historia. 

   -MC: Tampoco tuvo las condiciones geográficas necesarias. Siempre he comparado a Bahía con Rosario. Por muchos motivos son parecidas, pero Rosario tiene la suerte de estar justo en el medio de la conectividad fluvial, mientras que Bahía está tratando de construir desde hace muchos años el famoso corredor para vincular al Atlántico con el Pacífico. Pero no se ha dado todavía.

   -JM: No estamos demasiado lejos de Buenos Aires o La Plata, pero tampoco demasiado cerca, y eso termina influyendo en su desarrollo.

   -¿Por qué optaron esta vez por elaborar un libro de divulgación?

   -JM: Sabíamos que era una necesidad, porque veíamos que había un buen volumen de producción científica pero que era faltaba material con un lenguaje ameno, acorde para un público masivo. El desafío, en este caso, era reunir una cantidad importante de investigaciones, sintetizarlas y generar un libro que fuera accesible a todo aquel que quiera indagar en la historia de Bahía. 

   -MC: Es un libro que, además, puede servir a otros investigadores para que analicen dónde quedan hechos pendientes de investigación. Queda mucho por decir, muchos aspectos sin considerar.

   -¿Cómo imaginan el proceso de lectura de alguien no académico?

   -MC: Ojalá que terminen el libro y tengan todas las preguntas posibles.

   -JM: Sería interesante que sirva para que comprendan a Bahía de una manera más crítica. Por qué tiene determinadas características o por qué suceden determinadas situaciones.